Era la época de los caballeros y los reyes, cuando el honor pertenecía a los héroes y la gloria se encontraba en el campo de batalla. Allí vivía un valiente joven llamado Francisco, cuyo deseo era convertirse en un poderoso guerrero y conquistar un magnífico castillo.
El joven Ben-Hur y Messala eran los mejores amigos. Les encantaba competir en carreras de carros. Un día, Messala tuvo que dejar Jerusalén y a su amigo judío para estudiar en Roma y convertirse en oficial romano.
El joven Francisco Javier lo tenía todo a su favor. Campeón en deportes y estudios, estaba listo para conquistar el mundo para sí mismo. Pero un día, su mejor amigo, Ignacio de Loyola, le mostró que los verdaderos campeones son de una raza mucho más heroica: aquellos que arriesgan todo para ganar el mundo para Dios.
El rey Ulises acaba de ganar la Guerra de Troya. Todo lo que desea ahora es regresar con su esposa Penélope y su joven hijo. Sin embargo, su viaje de regreso se convierte en una larga y peligrosa aventura.
La pequeña Angie estaba segura de que tenía un ángel de la guarda. Durante las vacaciones familiares en las escarpadas montañas de San Miguel, ocurrió algo que hizo que esa pregunta fuera realmente importante y convirtió sus vacaciones en algo que nunca olvidarían.